Retenme, átame a la cama, tápame los ojos, hazme lo que quieras.
Muerde mis pezones, desliza tu lengua por mi vientre, hasta rozarme por encima de la ropa interior, hoy no me la saques.
Toma mi cabeza y úsala, fóllame la boca, sin verte, sólo quiero escuchar tus jadeos.
Aléjate, déjame sola, que no pueda moverme, y vuelve, pronto, soy tuya, hazme lo quieras.
Ponme de espaldas, recórrela, mis piernas, juega entre mis glúteos, pero no con mi botón.
Muerde el interior de mis muslos, acaricia mis corvas, la parte interior de mis brazos.
Vierte aceite templado sobre mi espalda, masajea mi cuerpo, sube y baja por él, párate en cada latitud de mi globo terráqueo, en cada recoveco...
Y allí, donde Greenwich y el Polo Sur se cruzan, vierte más aceite y prepara mi recoveco más privado.
Córrete, ahí, en el rincón más privado de mi anatomía.
Córreme, así, sin tocar mi botón.
Hazme lo que quieras, soy tuya.
Que maravillosa experiencia recorrer y explorar ese rincon tan privado de la anatomia de una mujer, sobre todo cuando se hace con delicadeza pero a la vez con una pasion tan desenfrenada que el primer orgasmo no tarda en llegar.
ResponderEliminarComo siempre me encanta.
Bss
Andres
Andres: totalmente de acuerdo: delicadeza, mucha, al principio, luego desenfreno, ummm
ResponderEliminarGracias por encantarte ;) Besos
Me ha encantado, no va mal la semana a tu ritmo.... Y me gusta mucho porque soy de los que "pierden" el tiempo sacando brillo a cada rinconcito mas oculto... Besotes!!!
ResponderEliminarContraindicado: ya me dirás que te parece la próxima, voy a cambiar un poco de tercio ;)
ResponderEliminarEstupenda forma de perder el tiempo la tuya. Muak!
Y no le notáis nada raro a la tipa de la foto? No le faltan labios....?????
ResponderEliminarQue bien eso de dejarse hacer. La sumisión del sexo, el regreso a los instintos primitivos que nos convierte tan solo en animales donde los papeles están bien definidos.
Me ha gustado... Expresa más de lo que quiero...
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