Por primera vez voy a ir a tu casa en mi coche, tú me esperas allí para vernos, y no iremos juntos como hacemos normalmente. Estoy algo nerviosa y no sé muy bien porqué, pero supongo que cómo sé que te gustan las sorpresas, seguro que tendrás algo preparado...
Te timbro y me abres, sin preguntar quién es o decir nada. Cuando llego a la puerta, está abierta, con las luces apagadas, así que entro y cómo siempre, voy a tu habitación para dejar el bolso y el abrigo. Dudo si encender o no la luz... la enciendo, no estás, y veo encima de la cama una cajita con una hoja al lado, la leo: "desnúdate, ponte TODO lo que hay en la caja y espérame en el salón, de pié, con la luz apagada. Prepárate..." Una descarga recorre todo mi cuerpo, mi clítoris palpita y me siento mojada al instante. Empiezo a sacarme la ropa, nerviosa y con algo de prisa, mientras voy abriendo la caja... Unas medias negras con blonda de encaje y un antifaz, el mismo que dejé en tu casa el otro día. Me pongo las medias cuidadosamente, son super suaves, me miro en tu espejo, y aunque algo vergonzosa, me gusta lo que veo. Coloco el antifaz en mi frente, es precioso, rojo y negro de encaje, en el salón me lo pondré... Me calzo unos salones negros de taconazo infinito, no has dicho nada, pero creo que no te disgustará...
Salgo de la habitación despacio, sin hacer mucho ruido, enciendo la luz del salón, no estás, la apago y entro un poco, no sé muy bien donde esperarte, me quedo de pie junto a la mesa, bajo el antifaz y no veo nada... Respiro hondo, así en silencio, no sé cuanto tiempo pasa, no hace frío, hace rato que has puesto la calefacción, pero mi piel está tensa ante una inminente caricia, mi oído por cualquier mínimo ruido, mi olfato... mi olfato es lo primero que te siente. No he oído nada pero ya te huelo, no sé dónde pero ya te huelo, ese perfume que me vuelve loca, el de la segunda cita... "Maestro?" "Shhhhhhhhhhhhhhh" Susurrás detrás mío, en la puerta del salón, escucho cómo enciendes la luz, te acercas, noto tu nariz en mi nuca, "Que bien hueles, me encantas" Rozas mi cuerpo con un dedo, desde la cintura hasta la pierna, dónde empieza la media, "Estás increíble" "Gra..." Me callas con una mano, suave y me susurras al oído: "Hoy quiero que estés muy calladita, cómo si hubiese gente en casa, niños pequeños que no pueden enterarse de lo que hacen los adultos" Otro latigazo recorre mi cuerpo, cómo sabes encenderme... Me susurrás en el otro "Y quédate quieta, haz lo que te pida, pero sólo lo que te pida, prohibido tocarme, vale?" Te ríes, lo noto, asiento y nos reímos los dos.
Me besas en la nuca, sin tocarme, suaves piquitos de niño, recorres mis hombros, bajas por mi espalda, besándome, poniéndome la piel de gallina. Te alejas ligeramente, para verme mejor, y Zas! un cachetito en el glúteo, y un mordisco justo dónde me has dado, seguido de otros cuantos, pasando al otro glúteo y haciendo lo mismo, mordiéndome suavemente sin tocarme... Rozas mis piernas lateralmente, dibujas círculos en ellas, por encima de las medias, juegas con el encaje, pero no me las quitas, te acercas a mi oído y me dices: "Quiero sentir cómo me follas con ellas, que roces todo mi cuerpo con algo tan suave" Te alejas...
Me besas en los labios, mordisquito y lengua, besos profundos, con ganas, excitados como estoy yo. Tocas mi rajita, la rozas sin abrirla y me tengo que contener para no soltar un gemido "Shhhhhhhhhhhhhhhh, tranquila..." Me abres, tocas mi botón y me doblas de placer "Wow, estás calentísima..." Metes un dedo, otro, y con la palma me masajeas... Me corro, no aguanto más, me tiemblan los tobillos encima de estos tacones, me agarras con la otra mano y me dices "Suave cielo, lo que te queda hoy... Ven" Me tomas la mano y me llevas contigo, poca distancia y mientras me dices " Y esos tacones, no te los había visto nunca... Preciosos..."
Me pegas a una pared, te tengo en mi espalda, con la cara y las tetas notando frío, y sin previo aviso la metes, dos veces suavecito, y aceleras, gimes en mi oído, contenido, pero sé que estás deseando meterla a fondo, y lo haces, ritmo frenético. Desde atrás, me estrujas los pechos, aprietas estos pezones empitonados por la pared... y nos corremos, juntos, me encantas... Te quedas un ratito así, con tu cabeza en mi hombro, abrazándome, besando mi espalda, y susurrás: "Has sido buena, calladita, te mereces algo... quieres que siga??" "Sí, por favor..." "Shhhhhhhhhhhhhhhh"
Me quitas el antifaz, y me besas, suave, fuerte, me abrazas, rozas mi piel, y me susurras: "Me encantas, valiente"