Así, sin más...
Coloque sus manos alrededor de mi cabeza, hunda sus dedos en mi pelo y sujéteme fuerte, hágame sentir quién manda ahora, siempre...
Entre en mí hasta lo más profundo, más allá de donde la boca pierde su nombre, marque el ritmo y la fuerza, el cómo, el cuando y el hasta donde...
Disfrute, maneje mi cabeza, úseme para darse placer, ordéneme que apriete o afloje mis labios, enséñeme como le gusta...
Anegue mi sexo con su excitación, con cada embiste, suspiro, jadeo... Insúlteme, bendígame, diga mi nombre...
Míreme a los ojos cuando esté llegando, lento o muy duro, y no se preocupe si hay lágrimas en mis ojos, se puede llorar de felicidad...
Déjese llevar y derrámese en mí, donde mejor le parezca, pero deje, por favor, que todos mis sentidos le disfruten.
...
Y ahora querido, no le parece que sería una pena desperdiciar este fluido mas espeso y viscoso que ha producido mi garganta al sentirle??
Éste me ha hecho recordar que hace tiempo no degusto un buen nabo.
ResponderEliminarJajaja, como me he reido con tu comentario cielo!!
EliminarYa sabes... A ello!! ;)