martes, 14 de febrero de 2012

Hoy me toca a mí (relato antiguo no publicado... lo retomo)



- "Relájate, tranquilo, sé hasta dónde puedo llegar, no voy a hacer nada que sé que no quieres que haga, vale?" Te susurro al oído, sentada a horcajadas sobre tí.

Tumbado, boca abajo, desnudo, te tapo los ojos, y acostumbrado a llevar las riendas, te incomodas, te revuelves, no dices nada...

Tomo una de tus muñecas, la sujeto con el pañuelo, firme, no quiero que te sueltes... balbuceas algo, pero decides no decirlo, palpo tu incomodidad, no sé si esto es buena idea... Tomo la otra, y hago lo mismo, pruebas a moverte, cede un poco.

- "Tranquilo, te voy a dar un masaje, sí?" Asientes inseguro... "Conoces la palabra mágica, dí su nombre y me paro al instante" Te ries, te suenan mis palabras, pero a decirlas, no a escucharlas... Parece que el juego empieza a gustarte...

Vierto aceite, templado, en tu espalda, y comienzo un masaje, torneo tus hombros, tus dorsales, cada hueso de tu columna, subo a tus brazos, tu nuca, y siento cómo, poco a poco, te vas relajando, tus músculos pierden tensión, relajas la postura, y simplemente te tumbas, esperando.


Acompaño mi masaje con un movimiento de caderas sobre tí, mi pubis aplasta tus glúteos al son marcado por ellas, dibujo círculos concéntricos sobre tus nalgas, y no puedo evitar pensar en si estarás o no excitado, en si estarás o no ya inhiesto... Me deslizo, coloco mi pubis, ahora, sobre tus pies, tus talones apuntando directamente a mi clítoris... mmm


Tomo más aceite, lo vierto sobre tus nalgas y un fino hilo desciende entre ellas, te estremeces, lo extiendo con mis manos bien abiertas, con un masaje profundo rotundo, deslizo mi dedo entre ellas, sin detenerme en ningún específico,... Enaceito tus pelotas, las masajeo, suave, delicado, pero contundente a la vez, una mano se escapa hacia tu polla, considerablemente empalmada ya, y la otra se vuelve a escapar por entre tus nalgas... deslizo mi dedo arriba y abajo entre ellas, mientras la otra te masturba muy suavemente...


Y empiezas a intuir por dónde van mis caricias...


Y pienso, hasta dónde me dejarás llegar?? 
Y pienso, hasta dónde te gustaría llegar??


 Dudo, sinceramente, de que ambas repuestas sea las misma... A qué le harás caso??



6 comentarios:

  1. Tus manos se deslizan sobre todo mi cuerpo,
    caricias suaves que queman por dentro...
    Quitas el encaje que cubren mis senos,
    encaje excitante de color negro...
    ¡explosión electrizante al sentir tus besos!

    Tus manos temblorosas desprenden el ligero…
    que sostienen las medias del placer completo...
    como queriendo beberte el vino más secreto,
    de entre mis muslos, de entre mis pechos...
    Hasta embriagarte de lujuria y también de sexo...

    Sabores desconocidos que tu lengua ha probado
    Son sabores exquisitos del amor apasionado...
    Rodeas mi cintura para seguirme amando…
    Penetrando en lo profundo hasta quedar extasiado,
    hasta beberte de mis labios el amor apasionado.

    Y al sentir tu cuerpo fundido al mío
    deliciosa sensación de llegar al vacío
    En donde solo hay placer y eternos gemidos
    Pasiones misteriosas que embriagan mis sentidos
    Hasta desear otra vez que me tomes, amor mío.



    bsitos♥ me encanto

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    1. Muchas gracias Juan, a mí también me encantaron tus palabras.

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  2. Supongo que en estos casos, ante esas dos preguntas finales, uno debe responder algo parecido a: "haz lo que quieras conmigo... que habiendo hueco... yo ya..."

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  3. Manolo: jajajaja, me ha encantado su respuesta!! :D Es usted tan gracioso, jajajaja

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