sábado, 25 de febrero de 2012

Quiero (II)...

Quiero que me despierte y diga: Ven...




Quiero desayunar con usted...




o que usted me desayune...




Quiero disfrutar de esos placeres que nos brindamos siempre, hedonistas... Arte, uvas, vino... Sexo...




Quiero que elija qué he de ponerme... Encaje...




Colores...


Máscara...


Tacones...




Quiero subirme a su coche, nerviosa, húmeda... No saber a dónde me lleva...




y provocarle...


y que tengamos que parar por el camino...


Quiero sonreir cuando descubra a dónde me ha traído, al bosque... nuestro bosque...




Quiero pasear con usted, y cuando menos me lo espere... Me folle contra un árbol...



y hacerlo yo a usted...


Quiero que me mande esperarle...




y que beba de mí...




y que me dé de comer... esas delicatessen que le gusta ofrecerme...


Quiero que me ponga contra la pared...


y que vea como me tiene...



Quiero me ate, esta vez de pies y manos...




como muestra de mi ofrecimiento...


Quiero que juegue conmigo, que me caliente...


Quiero que me susurre qué quiere, qué va a hacerme...


y que me lo haga...


y hacérselo...


Quiero que me embista, cuando no podamos más, desde atrás... En la cama...



en el suelo...


en la mesa...


Quiero que me emputezca delante de la ventana...




que juegue con mi timidez...



Quiero que nos duchemos, juntos...




revueltos...


y me prepare...


y lo haga...


y esperarle para cuando salga de la ducha... 


Quiero salir a la calle de nuevo, pero antes, juguemos...




y que sigamos jugando...


y jugando...


Quiero usar un baño público... y que usted me siga...


y siga...



Quiero que se corra sobre mí...


y sobre mí...




...



Lo sé, quiero tantas cosas... y no puedo parar...







martes, 21 de febrero de 2012

Quiero (I)...

Quiero vestirme para usted, excitándome con cada prenda...


Quiero ver su cara cuando me vea aparecer...


Quiero que me bese lento, suave...


Quiero sentirme suya...


Quiero jugar con usted, que me mire con deseo, verlo en su cara, en su pantalón...


Quiero que tome el control...


Quiero que me arrodille...


Quiero devorarle, no dejar un centímetro de su miembro sin lamer, sin ensalivar, sin engullir...


Quiero que me vende los ojos mientras me cuenta qué me va a hacer...



Quiero sentir cómo se mueve por la habitación, cómo coge su maletín y saca cosas de él, abre una cremallera, suena algo metálico, mientras mi cuerpo se eriza, expuesto al aire, expuesto a usted...


Quiero que me explique de dónde ha sacado esas cuerdas, para qué va a usarlas... que me tienda sobre la cama y me maneje, y así, expuesta, escuchar la cremallera de su pantalón...


Quiero que me lo coma como sabe que me gusta, que me ponga loca, frenética, deseándole, que me lleve a uno y mil orgasmos antes de comenzar el juego...


Quiero que me folle con ganas, con intensidad, como usted elija en cada momento...


Quiero que me de la vuelta, y lama mi lado oscuro, sentir su lengua adentrándose ligeramente, mientras jadeo, me retuerzo, muerdo las sábanas...




Quiero que mi otra entrada presienta su sexo, y me sienta tan mojada como una perrita en celo...


Quiero probar mi esencia en sus dedos, chupárselos libidinosamente, ardiendo, queriéndole dentro...


Quiero sentirle sobre mí, su peso, su envergadura, su miembro entre mis nalgas...


Quiero sentirle dentro de mí, en mi estrecha cueva, y suplicarle más, que no pare, más fuerte, más rápido, más... Y que me tire del pelo y me obligue a doblarme, entrando todavía más...



 Quiero notar su aliento en mi nuca, sus susurros en mi oído... Hasta que me brinde su espeso fluído, ahí en mi rincón más privado...



Quiero, todo esto, y mucho más...